Cuando hablamos de impuestos en España, el IRPF es uno de los grandes protagonistas. Pero dentro de él hay un concepto que suele generar dudas: los rendimientos de capital mobiliario.

¿De dónde vienen? ¿Cómo se calculan? ¿Por qué no se consideran rendimientos del trabajo ni de actividades económicas?
Vamos a desgranarlo paso a paso, como si estuviéramos en una clase de economía.

 ¿Qué significa “rendimientos de capital mobiliario”?

Imagina que pones tu dinero a trabajar para ti: lo depositas en un banco, compras acciones, contratas un seguro de ahorro o prestas dinero a alguien.
Ese beneficio que recibes por ceder tu capital a un tercero se llama rendimiento de capital mobiliario.

 No es salario, porque no trabajas tú: trabaja tu dinero.

 Dónde encajan en el IRPF

En el IRPF hay dos grandes bloques:

  • Base general: salarios, alquileres, pensiones, etc.

  • Base del ahorro: aquí entran las ganancias patrimoniales (como vender una casa) y los rendimientos de capital mobiliario.

Esto es importante porque la base del ahorro tiene tipos más bajos que la base general.

 Ejemplos cotidianos

Para entenderlo bien, pongamos ejemplos claros:

  • Intereses de tu cuenta bancaria 💶.

  • Dividendos de acciones 📈.

  • Ganancias de un seguro de vida o ahorro 🛡️.

  • Intereses de un préstamo que le haces a otra persona 🤝.

En todos estos casos, tu capital genera un ingreso, y Hacienda lo etiqueta como rendimiento de capital mobiliario.

 Tributación: ¿cuánto se paga?

Los rendimientos de capital mobiliario tributan en la base del ahorro, con la siguiente escala:

  • Hasta 6.000 € → 19%

  • De 6.000 a 50.000 € → 21%

  • De 50.000 a 200.000 € → 23%

  • De 200.000 a 300.000 € → 27%

  • Más de 300.000 € → 28%

Además, suelen llevar retención automática: el banco, la aseguradora o la sociedad que paga, descuenta un 19% por adelantado.

 Ejemplo práctico

Supongamos que inviertes en un seguro de ahorro de AXA y, tras unos años, obtienes una ganancia de 2.000 €.

  • AXA te retiene automáticamente el 19% (380 €).

  • En tu declaración, esos 2.000 € entran en la base del ahorro.

  • Como no superas los 6.000 €, tributas al 19%.

 Resultado: ya habías adelantado con la retención lo mismo que te corresponde pagar.

 Diferencia con otros rendimientos

Para no confundirnos:

  • Trabajo → tu esfuerzo físico o intelectual (nómina, pensión).

  • Actividades económicas → ingresos como autónomo o empresa.

  • Capital inmobiliario → alquileres de viviendas o locales.

  • Capital mobiliario → intereses, dividendos, seguros de ahorro, etc.

Cada categoría tiene su propio “cajón” en el IRPF y su forma de tributar.

 ¿Por qué importa entenderlo?

  1. Porque afecta directamente a cuánto pagas a Hacienda.

  2. Porque saber diferenciar los tipos de renta ayuda a planificar mejor tus inversiones.

  3. Porque productos como los seguros de ahorro e inversión tributan de manera más ventajosa que otros ingresos.

 Conclusión

Los rendimientos de capital mobiliario son la rentabilidad de tu dinero, no de tu trabajo.
En el IRPF se incluyen en la base del ahorro, lo que supone una tributación más favorable.

Como ves, no es un concepto complicado: es simplemente entender que cuando tu dinero trabaja por ti, Hacienda lo llama “rendimiento de capital mobiliario”.

Si necesitas más información estaré encantado de informarte.

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